Aquietarse antes de usar? Si, pero cómo? Es fácil decirlo pero no tan fácil hacerlo...
¿Cómo aquietarnos, cuando a nuestro alrededor, vemos que casi todo está permanentemente en movimiento?
Con este propósito, en este espacio decidí compartir con ustedes, algunos textos cortos que por lo menos a mí me han servido. Si no funciona, no se desespere, pruebe en otro momento...







lunes, 12 de julio de 2010

El maestro




"Con los años, los sentidos del maestro se habían enriquecido. Esto sucedía por una razón muy convincente. Los hombres ya no escuchan nada, salvo lo que esperan escuchar, como el teléfono, el ruido de unas monedas, o una voz que aguardan oír con ansiedad. Así, no escuchan el ruido de una flor que cae en el agua, las alas de una mosca, el viento distante, el grito de una gaviota, el canto de un pájaro, el llanto de un bebé, la risa de un niño, la nieve cayendo, y muchas otras cosas más. El maestro, en cambio, no esperaba escuchar nada. Simplemente oía todo, y nada le causaba tensión. Sin duda, sus viejos tímpanos debían estar más atrofiados que los de un hombre de treinta años. Sin embargo, el maestro oía más."

Extracto del libro "¡Kiai! Grito demolidor" (L. Carrigan)

2 comentarios:

J. Marcos B. dijo...

...un mirlo viene todas las noches sobre la una de la madrugada a cantar cerca...y me gusta dormirme con su canto :)

Cecilia dijo...

Qué bella manera de dormir...!